Por María Ester López
Coordinadora Transversal ELAB
Facultad de Educación
La Experiencia Laboral constituye un gran desafío para los estudiantes de Pedagogía en la UAH. Es el momento -en sus trayectorias formativas- donde se enfrentan a “lo práctico”, y significa para muchos un replanteamiento de su rol como estudiante y un nuevo posicionamiento como estudiante practicante. A esta ya compleja transición se suman los nuevos retos que nos presenta hoy la pandemia, invitando tanto a profesores como estudiantes a reflexionar sobre sus prácticas actuales, futuras y posibles en escenarios inesperados.
Una de las principales -y más evidentes- dificultades que el contexto de pandemia evidenció fue la no-presencialidad de los practicantes en las escuelas, lo cual trajo consigo el replanteamiento de la modalidad de trabajo, los materiales y recursos utilizados y las expectativas de los distintos actores involucrados en la formación. Además, tensionó la idea de “formación práctica” como uno de los elementos constitutivos de los cursos de Experiencia Laboral y Prácticas, lo que motivó a cuestionar, repensar y resignificar las formas posibles de adquirir conocimiento práctico.
Los distintos escenarios -virtuales- enfrentados por los estudiantes-practicantes a lo largo del 2020 también nos recuerdan con fuerza, que la realidad del sistema escolar chileno es desigual, así como también la de sus estudiantes, profesores y comunidades.
Hoy la contingencia nos presenta nuevos desafíos, invitándonos a repensar lo que hacemos y cómo hacemos para asegurar que los/las futuros docentes no sólo tengan las competencias profesionales necesarias para un ejercicio responsable de la docencia en el futuro, sino que también puedan hacerse parte de una comunidad de prácticas integradoras e inclusivas al servicio de la comunidad escolar.