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¿Quién quiere administrar la Educación Pública?
 
 

 

"La recuperación de la educación pública y el término de la administración municipal de la educación han resurgido como demandas de los estudiantes secundarios. Hay dos temas en esto sobre los que se discute menos. Las condiciones en las que se encuentra lo que queda de nuestra educación pública y cómo recuperarla a partir de esas condiciones. Es claro que su recuperación no se logrará solo con el cambio del administrador."

 

Carlos Concha Albornoz.
Facultad de Educación
Universidad Alberto Hurtado

La recuperación de la educación pública y el término de la administración municipal de la educación han resurgido como demandas de los estudiantes secundarios. Hay dos temas en esto sobre los que se discute menos. Las condiciones en las que se encuentra lo que queda de nuestra educación pública y cómo recuperarla a partir de esas condiciones. Es claro que su recuperación no se logrará solo con el cambio del administrador.

Algunos datos, sólo a modo de ejemplo de las condiciones a las que hemos llegado. A comienzos de los 80, cuando partió la municipalización, el 78% de los estudiantes del país asistían a colegios públicos; hoy lo hace menos del 38%, concentrándose sobre todo en los municipios más pequeños y rurales, que son los que atienden a los sectores sociales más pobres. Por cierto, en tanto caía la matrícula de la educación municipal, la particular subvencionada pasaba del 15% al 52.8%. De manera consistente los resultados de los colegios municipales en el SIMCE y en pruebas internacionales, siguen a mucha distancia de los que logran los colegios particulares. No obstante, en los sectores socioeconómicos bajos, los estudiantes municipales tienen mejores resultados que los de colegios particulares subvencionados.

En definitiva, tenemos una educación municipal cuya matrícula se ha desplomado y ha perdido valor y relevancia social; ella es administrada por municipios con enormes diferencias en tamaño, riquezas, compromiso con la educación y capacidades de gestión. Tenemos uno de los sistemas escolares más segregados del planeta. El origen socioeconómico de los estudiantes de nuestras escuelas es casi perfectamente homogéneo, por lo que hace tiempo que dejaron de ser espacios en los que los estudiantes aprendían a vivir y a relacionarse con personas y grupos distintos. Y si eso pasa, lo que se ha perdido son espacios para aprender a convivir socialmente en democracia.

 

Hay preguntas que no hemos respondido y que son previas a definir quién administra la educación pública. ¿Cómo resolvemos la segregación social de nuestro sistema escolar?, ¿Qué incentivos serán buenos para promover la heterogeneidad social y económica de estudiantes en nuestras escuelas (también en las particulares pagadas)?, ¿Cómo aseguramos proyectos educativos inclusivos, sin ningún tipo de discriminación en los centros educativos con financiamiento público?, ¿Cómo eliminar la opción de lucrar con financiamiento público en educación?, ¿Cómo generamos un sistema en el que el foco sea el aprendizaje y desarrollo de todos los estudiantes?, ¿Cómo mejoramos la enseñanza y las capacidades de nuestros docentes y directivos?, ¿Cómo aseguramos que los mejores egresados de secundaria sigan la carrera docente?, ¿Cuáles son los sistemas de apoyo más efectivos a los establecimientos educacionales?, ¿Cuáles son las garantías de calidad exigibles para instalar y mantener un colegio y cómo se aseguran?

Entonces, el tema de quién administra la educación pública no resuelve los problemas que deben abordarse para su recuperación. La decisión de quién administra requiere previamente concordar las condiciones y las capacidades para su desarrollo efectivo y asegurar un sistema público que avance en integración social, en oportunidades y en aprendizajes de calidad para todos.