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Algunas preguntas que nos provoca la prueba INICIA

 
 


“Entendimos mal que la equidad era un imperativo moral para las carreras de educación como moneda reivindicativa social”.

Los resultados de la prueba INICIA dados a conocer recientemente, generan tensión y nos obligan a hacernos algunas preguntas. ¿Pero de dónde surge el ruido que produce este sistema con que se pretende medir la calidad de los estudiantes egresados de pedagogía? Nace de las críticas al instrumento, a la metodología para construir los puntajes de corte, a su carácter voluntario para instituciones y egresados, a la heterogénea proporción de estudiantes en cada universidad que rinden la prueba, a que tenemos un sistema educativo profundamente desregulado que se pretende autorregular por el mercado, a través de las señales que emanan de los resultados; e indudablemente, porque tales resultados, independientemente de lo técnicamente robustos que sean, no hacen más que confirmar que la formación inicial docente en Chile no logra los estándares de calidad que precisa.

 

 

 

Uno de estos factores importantes en que vale la pena detenerse es la utilización que se hace de esta prueba para rankear a las instituciones en relación a la calidad de su formación. La manera de comunicar los resultados INICIA, desde 2010, permite distinguir el desempeño de egresados de diversas instituciones. Los resultados muestran heterogeneidad dentro de un escenario básico de transversal precariedad, ya que cerca de un 70% de los profesores de educación básica no manejan los contenidos que deben enseñar.

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Andrea Ruffinelli, mayo de 2012
Investigadora Centro de Investigación y Desarrollo de la Educación CIDE, Facultad de Educación U. Alberto Hurtado.