La formación de la competencia lectora es uno de los focos centrales de la acción de todo docente. La manera como lo hacen afecta directamente el desarrollo de la capacidad de niños y niñas para adquirir información y utilizarla en las diversas situaciones de su vida, contribuye a satisfacer aspiraciones, a convivir y participar, a comprometerse y a responder a las exigencias de la sociedad. Se trata de una competencia fundamental que se desarrolla a lo largo de la vida.
Cuadernos de este mes da cuenta de una indagación que describe cómo un grupo de docentes de Santiago, Valparaíso y Talca enseñan a leer comprensivamente a sus estudiantes. Se trata de un primer esfuerzo de identificación de los conocimientos didácticos que guían las prácticas de enseñanza de estos docentes. El estudio da cuenta sobre cómo las convicciones se expresan en prácticas de enseñanza y no respecto de sus resultados, en términos, por ejemplo, de los niveles de aptitud o la eficacia lectora que sus estudiantes logran.
Lo anterior es parte de un esfuerzo por saber más acerca de cómo enseñan los docentes; de ello es posible revisar y mejorar programas de formación inicial y continua e instalar capacidades mucho más efectivas de acompañamiento a su desempeño en escuelas y liceos. La invitación es a conocer y discutir este texto entre los docentes y a confrontar sus hallazgos con las prácticas de su establecimiento educacional.
Carlos Concha Albornoz
Director.
