La Encuesta del CIDE dada a conocer recientemente muestra que padres, alumnos, profesores, y directores no están conformes con el sistema educativo chileno. La visión sobre la calidad y equidad se ha deteriorado y sin duda que los movimientos estudiantiles constituyen un factor relevante para explicar esto.
El país está viviendo uno de sus momentos más intensos y complejos en educación en las últimas tres décadas. La discusión sobre el tema será una constante en este año de decisiones políticas. Como el 2006 y el 2011, tendrá que ver con la revisión y cambio de las reglas básicas de funcionamiento del sistema educacional instalado a comienzos de los años 80 y que dificultan las aspiraciones de una educación más igualitaria, menos segmentada socialmente y de calidad para todos.
No hemos sido capaces de encontrar las mejores maneras de fortalecer y administrar la educación pública, tampoco de valorar y clarificar el rol de los privados en educación, principalmente en relación con el uso de los recursos públicos y el lucro; la nueva institucionalidad de aseguramiento de la calidad diseñada genera más temores que esperanzas; se ha avanzado poco en el apoyo al trabajo docente y mucho menos en la redefinición de una carrera docente. Seguro que este será un año intenso y rico en discusión de estos temas, esperamos también que sea rico en esperanzas.
¿Y en nuestras escuelas y liceos? Se continuará con los esfuerzos de mejoramiento. Esperamos que se generen espacios de reflexión que ayuden a revisar y a mejorar lo que se hace. Al respecto, incluimos en este número de Cuadernos, un documento de apoyo que ayude al análisis de los resultados del SIMCE, próximos a ser conocidos, y a reorientar el Plan de Mejoramiento del establecimiento educacional.
Estamos contentos también porque este es el número 50 de Cuadernos de Educación. Esperamos que sus contenidos les sigan ayudando.
Carlos Concha Albornoz
