Los desafíos del sistema de selección para la educación superior
Estamos en un tiempo en que muchos jóvenes se enfrentan a los procesos de transición que supone el término de la etapa escolar. Se abren esperanzas frente a una educación superior que permitirá la anhelada promoción y desarrollo personal. Sin embargo, no es claro que este anhelo se llegue a completar para parte importante de estos jóvenes. Si bien el sistema de educación superior ofrece mayores cupos y alternativas variadas de formación, la señal de la desigualdad nos sigue acompañando.
Nos enfrentamos a una sistema de selección que privilegia la cuna por sobre la trayectoria escolar. La correlación del nivel socioeconómico respecto al resultado PSU es prácticamente lineal. Por otra parte, la existencia de un sistema con mínimas regulaciones en la educación superior, provoca que la oferta de carreras, siga la tendencia del buen marketing y no se oriente en el desarrollo de las capacidades profesionales que el país requiere. El mundo de la formación técnica sigue de lado, se piensa en gratuidad y sistemas de becas, pero de manera insuficiente para la inmensa mayoría de jóvenes que acceden a los Centros de Formación Técnica e Institutos Profesionales como alternativa de estudios. Esto pese a que desde el año 2010 la matrícula de dichos establecimientos, supera a la del ingreso en las universidades.
Cuando se abre una nueva etapa de reforma educativa, en que el debate se volcará en el mundo de la educación superior, es vital una vez más volver la mirada hacia los jóvenes, sus historias y posibilidades, para juzgar desde este prisma los cambios que como país debemos enfrentar. Una vez más la meta es la mayor equidad.