La Universidad Alberto Hurtado y el Hogar de Cristo, retomaron la iniciativa de promover la sistematización y difusión de experiencias de educación para la solidaridad, a través de la realización de un Seminario. En este esfuerzo, se contó con el apoyo entusiasta del Ministerio de Educación y de UNESCO; y dentro de la Universidad, con el Centro de Reflexión y Acción Social (CREAS).
UNESCO, hace dieciséis años en el informe La Educación Encierra un Tesoro, ubicó la educación para la solidaridad en el marco del aprender a vivir juntos. Ello incluye enseñar la riqueza de la diversidad de la especie humana y el desarrollo de experiencias educativas que promuevan en niños, niñas y jóvenes el descubrimiento de sí mismos, de los otros y la capacidad de ponerse en el lugar de los demás.
Sin duda que las buenas prácticas destacadas y presentadas en el Seminario, tres de las cuales compartimos en Cuadernos de este mes, permiten aprender cómo es posible generar experiencias educativas relevantes y significativas de educación para la solidaridad y el servicio a los demás, para la vida ciudadana y la tolerancia.
Estas experiencias, son también ventanas, oportunidades de educación para la inclusión social; no reparan la segregación de nuestro sistema educacional, pero al menos permiten conocer, vivir y ojalá comprender algo de nuestra diversidad social y cultural, permiten valorar la interdependencia y enseñan a cooperar con otros para crear o transformar nuestro orden social. Ello porque estas experiencias son parte de un proyecto ético que promueve la dignidad humana y el mejoramiento de la democracia.
Carlos Concha Albornoz
Director Escuela de Educación Continua
