Liderazgo y autocuidado de las comunidades educativas
Son abundantes los escritos acerca de la relevancia del liderazgo educativo y numerosos los investigadores que lo asocian a buenos resultados educativos y a mejores logros de aprendizaje de los estudiantes. Esto ha llevado a ubicar al liderazgo del director y del equipo directivo como el factor que, luego del trabajo docente,más impacto tiene en el aprendizaje de los estudiantes.
Hay un aspecto del desempeño de nuestros directivos sobre el que se sabe menos y respecto del cual las expectativas siempre resultan altas. Se trata de la gestión del cuidado y del autocuidado de nuestras comunidades. En ello importa la presencia de prácticas que favorezcan dinámicas resilientes, capaces de movilizar tanto el logro de aprendizajes de los estudiantes, como su desarrollo socioemocional, prácticas que faciliten la cohesión de las comunidades y que integren esos esfuerzos en un estilo de gestión y de liderazgo.
El Ministerio de Educación, a través de su Proyecto de Educación y Cohesión Social, invitó a la Universidad Alberto Hurtado y a CEANIM a apoyar el desarrollo de capacidades de liderazgo resiliente a directivos de escuelas básicas de las Comunas de Pichilemu y Paredones en la Región de O’Higgins, de Constitución, Cauquenes y Chanco, en la del Maule y directivos de Talcahuano, Tomé y Penco en la Región del Bío- Bío.
Cuadernos de este mes describe esa experiencia para aportar elementos de apoyo a la elaboración de planes de acción que incorporen estrategias de resiliencia, e impulsen la formación socio afectiva y los aprendizajes, comprometiendo en ello a toda la comunidad educativa.
Carlos Concha Albornoz
Director Escuela de Educación Continua